Este es un poema con el que conocí a Iván...
El sinsentido y yo
tenemos una relación imprescindible,
de innegable trabajo y de respeto mutuo.
Su voz en ocasiones
es una ley maldita
que revierte las horas
y atempera el desierto
que me habita en forma
de costumbre.
...................
No hay comentarios.:
Publicar un comentario